MIS HIJOS NO PARAN DE REGALARME TECNOLOGÍA Y LUEGO SE ENFADAN SI LES PIDO AYUDA CON ESO, ASÍ QUE LES DI A PROBAR DE SU PROPIA MEDICINA.

Tengo más de 60 años y ya estoy harta de recibir regalos tecnológicos. Mis hijos están obsesionados con los últimos avances tecnológicos, pero no entienden que no me gustan y que son demasiado difíciles para mí.

Lo que más les molesta de todo esto es que me regalen algo de alta tecnología y luego se enfaden si necesito ayuda para configurarlo. En Navidad me compraron unos auriculares Bluetooth de lujo. No pude conectarlos, mi hija tardó una hora en averiguarlo, y todos se pusieron como locos porque necesité ayuda.

He intentado decirles que me regalen un libro o una tarjeta de regalo. ¿Pero para mi cumpleaños? Me regalaron una tableta. “Puedes descargar libros”, dijeron. Les he dicho cientos de veces que no puedo leer en una pantalla. Fue el colmo. Les di las gracias, pero tenía un plan inteligente en mente. Así que se acercaban las próximas vacaciones, y yo

…decidí hacerles un regalito “a su estilo”.

Para mi hijo, compré una máquina de escribir de los años 70. Para mi hija, un teléfono fijo con cable en espiral y disco giratorio. Los envolví con mucho cariño y hasta les puse una tarjeta diciendo: “Espero que disfruten lo último en tecnología”.

Cuando abrieron los regalos, al principio se rieron… hasta que les dije que no les daría instrucciones, porque “es muy fácil de usar, seguro que no necesitan ayuda”.

Los vi sudar intentando descubrir cómo poner papel en la máquina de escribir y cómo marcar un número en el disco sin equivocarse. Al final, mi hijo me miró y dijo:
Vale, mamá… entendemos el mensaje.

Desde entonces, los regalos son más simples… y siempre con manual incluido.

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