Mi mujer y yo llevamos 15 años casados. Ella significa el mundo para mí y tenemos una gran familia. Pero hace unos seis meses, empezó a retraerse y a evitarnos a mí y a nuestra hija.
A veces la veía llorar en el baño, pero nunca me decía qué le pasaba. Todo eso nos afectaba a mí y a nuestra hija, y nuestra relación familiar empezó a resquebrajarse.
Pero ayer, llegué a casa después de recoger a nuestra hija del colegio. Mi mujer no estaba en ninguna parte, y en la mesa de la cocina, encontré ESTE TERRIBLE SOBRE.
Con las manos temblorosas, lo abrí y las lágrimas empezaron a correr por mi cara al descubrir lo que ella
…había dejado dentro.
No era dinero, ni documentos legales… era una carta escrita a mano, con su caligrafía temblorosa.
“Amor mío, siento tanto haberte apartado de mí estos meses. No fue por falta de amor, sino porque no quería que me vieras así… Hace medio año me diagnosticaron una enfermedad grave, y he estado luchando en silencio porque pensé que así te protegía. Pero ya no puedo más. Estoy en la clínica para iniciar un tratamiento intensivo. No quiero que me veas débil, pero sí quiero que me esperes. Te amo con todo lo que soy.”
Junto a la carta había una pequeña foto de los tres juntos en la playa, con nuestras sonrisas más puras.
Caí de rodillas, abrazando la carta, y en ese instante supe que no importaba cuán difícil fuera el camino: no iba a dejar que ella enfrentara nada sola.
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