Se acercaba mi segundo aniversario con mi marido Tyler. Así que allí estaba yo, toda emocionada. Incluso había conseguido una increíble estancia de dos noches en un complejo de lujo para que Tyler viviera una fecha inolvidable. Y parecía totalmente entusiasmado cuando se lo conté.
Incluso insinuó que había preparado algo especial para mí, así que yo estaba entusiasmada, contando los días. Pero entonces, en la mañana de nuestro aniversario, se suponía que íbamos a salir, me despierta y suelta esta bomba: “Hola querida. Feliz aniversario. Seguro que no te importa que vaya al resort SIN ti. Lily necesita
…compañía porque su novio la dejó”.
Me quedé helada.
—¿Perdón? —pregunté, intentando procesar lo que acababa de oír.
—Sí, Lily está muy triste. Pensé que podía invitarla al resort para animarla. Total, tú ya has estado allí…
Me ardían las mejillas. ¿Mi marido pretendía llevar a otra mujer a MI sorpresa de aniversario?
No dije nada. Simplemente sonreí y asentí.
Mientras él estaba en la ducha, llamé al complejo, cancelé la reserva… y la cambié a mi nombre y al de mi mejor amiga, Emma. También pedí una mejora de habitación, cargo a la tarjeta de Tyler, claro.
Cuando salió, le dije con dulzura:
—Listo, cariño. Que lo pases bien con Lily… si logras entrar.
Y salí con mi maleta antes de que pudiera reaccionar. Emma y yo tuvimos el mejor fin de semana de nuestras vidas… y él, según me enteré después, pasó dos días discutiendo con la recepcionista.
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