¡¡¡Si tu perro huele!!!

Los perros son criaturas fascinantes, no solo por su energía desbordante o su lealtad inquebrantable, sino también por su singular forma de interactuar con el mundo que los rodea, principalmente a través de su increíble sentido del olfato. Uno de los comportamientos más curiosos (y a menudo incómodos) que experimentan los dueños de perros es cuando su amigo peludo decide saludar a alguien hundiendo la nariz directamente en su entrepierna. Por incómodo que pueda resultar, resulta que este comportamiento es perfectamente normal y tiene sus raíces en la biología, no en la mala educación.

Para comprender esto mejor, conviene observar cómo perciben los perros su entorno. Mientras que los humanos dependemos en gran medida de la vista, los perros utilizan la nariz como herramienta principal para recopilar información. Su sentido del olfato es asombroso: los perros tienen más de 220 millones de receptores olfativos en la nariz, en comparación con los nuestros, que son tan solo 5 millones. No solo huelen lo que hay; pueden detectar capas de olores, distinguir entre diferencias sutiles e incluso percibir cambios en las emociones mediante señales químicas. En muchos sentidos, el olfato es su lenguaje.

Entonces, ¿por qué, de todos los lugares del cuerpo humano, los perros parecen fijarse en la entrepierna?

Según expertos veterinarios, como la Dra. Jennifer Sperry de Pets Plus Us Insurance, todo se reduce a las glándulas sudoríparas apocrinas. Estas glándulas se encuentran por todo el cuerpo, pero se concentran especialmente en las ingles y las axilas. Las glándulas apocrinas no solo secretan sudor, sino que también producen feromonas, que contienen información química importante. Si bien los humanos no registramos estas feromonas conscientemente, los perros las captan al instante. Para un perro, la entrepierna es como una placa con su nombre, una biografía y un informe de su estado de ánimo, todo en uno.

Este comportamiento no se trata de dominancia, mal comportamiento ni falta de respeto. En el lenguaje canino, es simplemente una forma de decir: “¿Quién eres? ¿Dónde has estado? ¿Qué necesito saber de ti?”. Es su forma de aprender y conectar. Piénsalo como un apretón de manos, solo que mucho más invasivo para los estándares humanos.

Sin embargo, aunque esto es perfectamente aceptable en el mundo canino, puede ser mortificante en una habitación llena de invitados. A la mayoría de las personas no les gusta que las reciban con tanta cercanía con una nariz húmeda, sobre todo si no son amantes de los perros. Afortunadamente, existen maneras suaves y efectivas de redirigir los instintos naturales de tu perro hacia comportamientos más socialmente aceptables.

Redireccionar, no castigar

Ante todo, nunca castigues a tu perro por este comportamiento. No está haciendo nada malo, según él. Gritarle o alejarlo podría confundirlo o generarle ansiedad. En lugar de eso, redirige su energía hacia una acción más apropiada.

Hay varias herramientas excelentes que pueden ayudar con esto:

  • Tapetes olfativos : estos permiten que su perro busque golosinas usando su nariz, satisfaciendo sus instintos olfativos de una manera divertida y positiva.
  • Juguetes de rompecabezas:  Estos mantienen su mente y olfato ocupados, brindándoles una tarea gratificante en la que concentrarse.
    Entrenamiento de olfato: Enseñarle a tu perro a buscar olores cuando se lo ordenas es estimulante y enriquecedor, ayudándolo a canalizar su comportamiento natural de olfateo en un juego estructurado.
  • Paseos de olfateo : Dale a tu perro suficiente tiempo para olfatear durante los paseos. Es como leerle las noticias: estimula su mente y le permite explorar el mundo sin tener que preocuparse por tus invitados.

Enseñe una alternativa amigable

Entrenar a tu perro para que salude a la gente de forma más educada es una de las soluciones más efectivas a largo plazo. Un simple “siéntate” o “choca esos cinco” puede hacer maravillas. Cuando lleguen invitados, haz que tu perro se siente tranquilo y prémialo de inmediato. También puedes enseñarle un truco más divertido, como saludar con la mano o dar vueltas, para distraerlo de su instinto de investigar zonas más personales.

Aquí se explica cómo crear este comportamiento:

  • Enséñele a su perro el truco deseado en un entorno tranquilo hasta que se sienta seguro.
  • Añade distracciones poco a poco, como un amigo que entra por la puerta.
  • Utilice una golosina o un elogio para recompensar a su perro cuando le salude educadamente.
  • Sea constante: cada llegada de un huésped es una oportunidad para reforzar el comportamiento.
  • Normalizar el comportamiento (en silencio)

Si bien es excelente entrenar a tu perro para que se comporte mejor en público, también es importante reconocer que olfatear no es un defecto de carácter, sino parte de ser un perro. Al igual que saludamos con palabras y expresiones faciales, los perros usan el olfato. Si tu perro te olfatea a ti o a otra persona en una situación incómoda, intenta no reaccionar de forma exagerada. Una redirección tranquila es mejor que la vergüenza o el enojo.

Reflexiones finales

Olfatear la entrepierna puede ser vergonzoso, pero en realidad es señal de un perro curioso y socialmente comprometido. No intentan ser raros, sino aprender. Al comprender las razones biológicas y conductuales que lo explican, podemos responder con compasión y redirección en lugar de frustración.

No necesitas regañar ni avergonzar a tu perro para detener este comportamiento. En cambio, dale vía libre para sus instintos naturales. Deja que olfatee en los contextos adecuados, enséñale hábitos de saludo positivos y recuerda que en su mundo, el olfato lo es todo.

La próxima vez que tu cachorro olfatee a tu invitado demasiado profundamente, simplemente sonríe, redirígelo con una golosina y recuerda que estás viviendo con un detective de cuatro patas que solo está haciendo su trabajo.

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