ENVIÉ ESTAS ROSAS AL LUGAR DE TRABAJO DE MI NOVIO COMO UNA DULCE SORPRESA, PERO ME LAS TIRÓ A LA CARA – LUEGO LE DI UNA BUENA LECCIÓN

Mi novio es mecánico. Llevamos juntos unos tres años y últimamente parecía que el romanticismo se nos estaba escapando. Estábamos atrapados en una rutina aburrida y quería recordarle lo mucho que nos queremos. Así que decidí sorprenderlo con un ramo de rosas en su trabajo. Me imaginé que se le iluminaría la cara cuando viera la tarjeta que decía: «Sólo porque sí, amor, tu novia». Cuando llegó a casa, ¡estaba tan emocionada! Realmente esperaba que esto devolviera la chispa. Pero en lugar de eso, entró completamente furioso, me tiró las rosas a la cara (¡!) y luego las tiró a la basura. Empezó a gritarme, diciendo que sus amigos se burlaban de él y que lo había avergonzado. Se me rompió el corazón… Estaba tan dolida y enfadada, y pensé: “Tengo que hacer algo al respecto”. Así que, al día siguiente, entró en el trabajo y vio a todos sus compañeros e incluso a su jefe con

…con un ramo de rosas en la mano. 🌹🌹🌹

Sí, hablé con la recepcionista de su taller y, con una sonrisa, le pedí un pequeño favor. Al día siguiente, cuando mi novio entró, TODOS –su jefe, sus colegas, hasta el chico nuevo– sostenían un ramo idéntico al que le había enviado.

Al principio se quedó en shock, su cara se puso roja como un tomate. Algunos ya reían, otros lo aplaudían diciendo: “¡Mira qué popular eres, Romeo!”.

Entonces su jefe se acercó y, delante de todos, le dijo:
—¿Sabes qué, muchacho? Ojalá mi esposa aún me mandara flores así. Deberías estar agradecido.

Mi novio no sabía dónde meterse. Por primera vez entendió que no era motivo de vergüenza, sino de orgullo. Esa tarde, llegó a casa con los ojos bajos, recogió las rosas de la basura y, con voz temblorosa, me dijo:
—Perdóname, amor. No me di cuenta de lo afortunado que soy.

Desde ese día, nunca más se rió de mis gestos románticos. De hecho, ahora es él quien me sorprende de vez en cuando… con flores. 💐