

El lunes pasado llegué a casa del trabajo y me encontré a mi marido haciendo limpieza de primavera. Había tirado todos mis vestidos y tops sin espalda. Todos. Tengo algunas piezas de diseñadores hermosos. Rick Owens, Erdem, Acne Studio, Jil Sander y algunas ediciones limitadas de H&M de mediados y finales de los años 00. Lloré durante días. Le pregunté por qué y me dijo que ya era demasiado mayor para estas cosas y que era hora de que vistiera con más modestia. En junio cumplo 40 años. Mi madre está de acuerdo con él. Básicamente, todo el mundo lo está. Pero no podía dejarlo así y preparé mi venganza. Un día, llegué temprano a casa y
…y lo encontré en el sofá, orgulloso de su “limpieza”. Fue entonces cuando puse en marcha mi plan.
Durante días había estado guardando cada recibo, cada foto en la que llevaba mis vestidos favoritos, incluso capturas de mensajes donde él admitía que los tiró. Fingí que me había resignado, que “tal vez era hora de cambiar de estilo”. Pero por dentro, hervía.
Ese día llegué temprano, con varias bolsas de compras. Lo llamé a la sala y, con la sonrisa más dulce, empecé a sacar una por una mis nuevas adquisiciones: vestidos y tops sin espalda, aún más atrevidos que los anteriores, en colores brillantes y telas que pedían atención. Me los probaba delante de él como si nada.
Él se puso rojo.
—“¡Te dije que ya no deberías vestir así!”
Yo solo le contesté:
—“Tranquilo, cariño. Esta vez no los pagué yo. ¿Recuerdas ese seguro de hogar que cubre pérdidas por daños y negligencia? Bueno, resultó que tirar a la basura ropa de diseñador cuenta como negligencia conyugal. Hablé con mi abogado y la aseguradora… ¿Adivina quién tendrá que cubrir el valor de Rick Owens y Erdem?”
Su cara se derrumbó. No solo había destruido mi ropa, ahora estaba legalmente obligado a compensar cada pieza. Y yo me aseguré de que la suma incluyera un par de “ediciones limitadas” muy bien valoradas.
Así que ahí estaba yo: con un armario renovado, aún más espectacular, y con él pagando la factura.
¿Quieres que te lo escriba como un final sarcástico y poderoso (ella brilla mientras él aprende la lección) o como un drama más oscuro donde la venganza escala hasta un giro inesperado en el matrimonio?
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