

Los cambios en la piel, como lunares nuevos, manchas oscuras o placas escamosas, suelen ser preocupantes, sobre todo cuando aparecen de forma inesperada. Si bien muchas marcas en la piel son inofensivas, algunas pueden indicar cáncer de piel, una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo cada año. Comprender qué buscar y cómo controlar la piel puede salvar vidas, sobre todo para identificar el melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se diagnostican más de 1,5 millones de nuevos casos de cáncer de piel en todo el mundo. Afortunadamente, la detección y el tratamiento tempranos mejoran significativamente las tasas de supervivencia, especialmente cuando los cánceres se identifican en sus primeras etapas.
Por qué es fundamental la detección temprana del cáncer de piel
El diagnóstico temprano salva vidas. Esto es especialmente cierto en el caso del melanoma, que puede propagarse rápidamente a otros órganos si no se trata. La Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda autoexámenes regulares como método crucial para identificar cambios sospechosos en la piel antes de que se agraven.
No existe una característica visual única que defina todos los cánceres de piel, pero sí hay patrones que conviene tener en cuenta. Al familiarizarse con la apariencia natural de su piel y revisar regularmente los cambios en lunares, pecas y otras características cutáneas, puede aumentar sus probabilidades de detectar las señales de alerta a tiempo.

Tres tipos comunes de cáncer de piel
Existen varios tipos de cáncer de piel, pero los tres que se diagnostican con mayor frecuencia son:
- carcinoma basocelular (CCB)
- Carcinoma de células escamosas (CCE)
- Melanoma
Cada una presenta características únicas. Analicemos qué buscar y cuándo consultar con un profesional de la salud.
1. Carcinoma de células basales (CCB)
El carcinoma basocelular es el tipo de cáncer de piel más comúnmente diagnosticado. Según el Consejo del Cáncer de Australia, los carcinomas basocelulares representan aproximadamente el 70 % de los cánceres de piel no melanoma.
Características comunes:
- Aparece con mayor frecuencia en las zonas expuestas al sol: cara, orejas, cuello y hombros.
- A menudo parece un bulto perlado o translúcido, a veces con vasos sanguíneos visibles.
- También puede presentarse como una zona plana y escamosa o una llaga que no cicatriza o que sigue reapareciendo.
- Puede sangrar, formar costras o tener un aspecto brillante y elevado.
Importante: Si bien el carcinoma basocelular (CCB) es de crecimiento lento y rara vez se propaga, retrasar el tratamiento puede causar daño tisular local. Consulte siempre con un profesional de la salud si observa una lesión sospechosa.

2. Carcinoma de células escamosas (CCE)
El carcinoma de células escamosas es el segundo tipo más común de cáncer de piel. Representa aproximadamente el 30 % de los cánceres de piel no melanoma y puede crecer rápidamente en comparación con el carcinoma basocelular (CBC).
Características comunes:
- Se desarrolla con mayor frecuencia en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuero cabelludo, las orejas y las manos.
- Se presenta como una lesión gruesa, escamosa o costrosa o como un nódulo rojo de rápido crecimiento.
- Puede sangrar, picar o volverse sensible al tacto.
- Puede propagarse a los tejidos o ganglios linfáticos cercanos si no se trata.
El carcinoma espinocelular (CSC) es más probable que afecte a personas mayores de 50 años y a personas de piel clara. Según los CDC, el diagnóstico y el tratamiento oportunos ofrecen excelentes resultados.
3. Melanoma
El melanoma es menos común que el carcinoma basocelular (CBC) o el carcinoma espinocelular (CCE), pero es significativamente más peligroso debido a su alto riesgo de propagarse a otras partes del cuerpo.
Señales de advertencia clave:
- Puede aparecer como un lunar nuevo o un cambio en un lunar existente.
- A menudo tiene bordes irregulares, asimetría y múltiples colores (marrón, negro, azul, rojo o blanco).
- Puede desarrollarse en cualquier zona del cuerpo, incluidas aquellas que no están frecuentemente expuestas a la luz solar.
- Puede ser plana o elevada y, a veces, pica o sangra.
La regla ABCDE para detectar el melanoma:
Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, utilice el método ABCDE para evaluar lunares o marcas:
- Asimetría: Una mitad es diferente a la otra.
- Borde: Los bordes son irregulares, dentados o borrosos.
- Color: Varía en color (tonos de bronceado, marrón, negro, rojo, blanco o azul).
- Diámetro: mayor a 6 mm (aproximadamente el tamaño de una goma de borrar de lápiz), aunque los melanomas pueden ser más pequeños.
- Evolucionar: Cualquier cambio en tamaño, forma o color.
Si nota alguno de estos signos, comuníquese con un dermatólogo inmediatamente.

Melanoma nodular: una amenaza en rápido crecimiento
Un subtipo a tener en cuenta es el melanoma nodular, una forma de crecimiento rápido y particularmente agresiva. Tiende a:
- Aparece como una lesión en forma de cúpula, a menudo de color oscuro (pero no siempre).
- Crece rápidamente en semanas o meses.
- Sea firme y pueda sangrar o ulcerarse.
El melanoma nodular representa aproximadamente el 15% de todos los melanomas y es más probable que se diagnostique en una etapa posterior debido a su rápido desarrollo, según la Melanoma Research Foundation.
Autoexámenes: su primera línea de defensa

Realizarse revisiones cutáneas mensuales puede ayudarle a detectar el cáncer de piel a tiempo. Use un espejo de cuerpo entero y uno de mano para revisar zonas difíciles de ver, como la espalda, el cuero cabelludo y la planta de los pies.
Al comprobar:
- Busque nuevos crecimientos, cambios en los lunares o llagas que no cicatrizan.
- Tome fotografías de cualquier área sospechosa para compararlas a lo largo del tiempo.
- Preste atención a los lugares que no reciben exposición regular al sol: el cáncer de piel puede aparecer en cualquier parte.
Si tiene un riesgo mayor (piel clara, antecedentes de quemaduras solares, antecedentes familiares de cáncer de piel, uso de camas solares), se recomienda encarecidamente realizar controles regulares y visitas anuales a un dermatólogo certificado.
Prevención: Pasos para proteger tu piel
Si bien no todos los cánceres de piel se pueden prevenir, usted puede reducir el riesgo tomando medidas proactivas:
- Use protector solar diariamente (FPS 30+ de amplio espectro).
- Evite las camas solares, que aumentan el riesgo de todo tipo de cáncer de piel.
- Use ropa protectora, sombreros y gafas de sol.
- Busque sombra durante las horas pico de sol (10 a. m. a 4 p. m.).
- Revise su piel periódicamente y enseñe a los miembros de su familia a hacer lo mismo.
Según la Fundación del Cáncer de Piel, el uso diario de protector solar puede reducir el riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas en aproximadamente un 40% y melanoma en un 50%.

Cuándo consultar a un médico
Si observas:
- Un lugar que se ve diferente a los demás
- Un lunar o lesión que está cambiando, pica o sangra.
- Una llaga que no cicatriza
Programe una cita con su profesional de la salud o un dermatólogo. Las biopsias de piel suelen utilizarse para diagnosticar crecimientos sospechosos y determinar el tratamiento adecuado.

Conclusión: La concienciación y la acción salvan vidas
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes, pero también uno de los más prevenibles y tratables. Saber qué detectar, protegerse del sol y consultar con su médico ante cualquier cambio puede reducir significativamente el riesgo.
Incorpore las revisiones cutáneas a su rutina mensual y no ignore los cambios en su piel. Con una detección temprana, la tasa de supervivencia del melanoma puede superar el 99 %, según la Sociedad Americana del Cáncer.
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