

No todas las marcas, lunares o manchas en la piel son motivo de pánico, pero algunos pueden ser señales de alerta de algo mucho más grave. El cáncer de piel, en particular el melanoma, puede ser mortal si no se detecta, pero también es muy tratable si se detecta a tiempo. La clave está en la concienciación: saber qué buscar, conocer tu propia piel y actuar de inmediato cuando algo no parece estar bien.
No existe una única forma de presentarse el cáncer de piel. Por eso, los médicos enfatizan la importancia de las autoevaluaciones regulares y de prestar mucha atención a los cambios. Familiarícese con el panorama de su cuerpo (pecas, lunares y marcas de nacimiento) para que pueda notar si algo empieza a verse diferente. Las manchas que crecen, cambian de forma, cambian de color, pican, sangran o no cicatrizan correctamente suelen ser señales de alerta. Si observa alguno de estos cambios, no dude en programar una cita con su médico. La detección temprana podría salvarle la vida.
Los principales tipos de cáncer de piel
El cáncer de piel no es una sola afección; generalmente se divide en tres categorías principales: carcinoma basocelular, carcinoma escamocelular y melanoma. Cada uno se presenta de forma diferente, y comprender cómo suelen aparecer puede facilitar la identificación temprana de problemas.
carcinoma basocelular (CCB)
El carcinoma basocelular es el tipo más común de cáncer de piel y representa aproximadamente el 70 % de los casos no melanoma. Si bien rara vez se propaga a otras partes del cuerpo, puede causar daños locales significativos si se ignora. El carcinoma basocelular suele desarrollarse lentamente, a menudo durante meses o años, y tiende a aparecer en zonas frecuentemente expuestas a la luz solar, como la cara, el cuello o los brazos.
El CCB puede aparecer como una protuberancia perlada o brillante, a veces rosada, roja o de color carne. En otros casos, puede parecer una placa escamosa o una llaga que cicatriza parcialmente antes de reaparecer. Algunos CCB se ulceran, inflamándose o formando costras. Dado que pueden confundirse con irritaciones menores o afecciones cutáneas inofensivas, a veces las personas no buscan ayuda. Sin embargo, cuanto antes se diagnostique el CCB, más fácil será su tratamiento, a menudo con mínimas cicatrices.
Carcinoma de células escamosas (CCE)
El carcinoma de células escamosas representa aproximadamente el 30% de los cánceres de piel no melanoma. A diferencia del carcinoma basocelular (CBC), el carcinoma escamocelular (CCE) puede crecer rápidamente, a veces en semanas o meses. Si bien la mayoría de los CCE pueden tratarse eficazmente, son más propensos a propagarse que el CBC, especialmente si se localizan en la cara o los labios.
Los carcinomas de células escamosas (CCE) suelen presentarse como placas engrosadas, rojas y escamosas, o como bultos inflamados y costrosos que pueden sangrar. Suelen ser sensibles al tacto y no sanan por sí solos. Los adultos mayores tienen mayor riesgo, al igual que las personas con exposición prolongada al sol o con sistemas inmunitarios debilitados. Si se detecta a tiempo, el tratamiento es sencillo, pero ignorar el CCE puede permitir que se vuelva agresivo.
Melanoma
El melanoma es menos común que el carcinoma basocelular (CBC) y el carcinoma espinocelular (CCE), pero es, con diferencia, el tipo de cáncer de piel más peligroso. Puede propagarse rápidamente a otros órganos si no se trata a tiempo. A diferencia de otros tipos, el melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en zonas poco expuestas a la luz solar, como las plantas de los pies, debajo de las uñas o el cuero cabelludo.
El melanoma suele aparecer como un nuevo lunar o como un cambio en uno existente. Las señales de alerta incluyen bordes irregulares, múltiples colores, asimetría o crecimiento rápido. Si bien algunos melanomas son planos, otros pueden ser elevados o abultados. La clave está en notar manchas que no coinciden con el resto de los lunares y pecas: el llamado “signo del patito feo”.
Melanoma nodular
Un subtipo particularmente agresivo, el melanoma nodular, crece hacia abajo en la piel en lugar de extenderse hacia afuera. Esto significa que puede progresar mucho más rápido que otras formas. Suele presentarse como una protuberancia firme y elevada que puede ser negra, azul, roja o incluso del color de la piel. Debido a su rápida propagación, la detección temprana y la atención médica inmediata son fundamentales.
Qué hacer si nota algo sospechoso
Si sospecha que una mancha puede ser cancerosa, no espere a que mejore. Programe una cita con su médico o dermatólogo. Una simple revisión cutánea o una biopsia pueden confirmar si la mancha es inofensiva o requiere tratamiento. Los tratamientos varían desde una extirpación quirúrgica menor hasta terapias más avanzadas, según el tipo y el estadio del cáncer.
Consejos de autocontrol y prevención
- Conozca su cuerpo: examine periódicamente su piel de la cabeza a los pies, incluidas las zonas menos obvias como el cuero cabelludo, las axilas y entre los dedos de los pies.
- Siga la regla ABCDE para los lunares: busque asimetría, irregularidades en los bordes, variaciones de color, diámetro mayor a 6 mm y cambios evolutivos.
- Protéjase del sol: use protector solar de amplio espectro con FPS 30 o superior, use sombreros y ropa protectora y evite las camas solares.
- No te toques las zonas afectadas: irritarlas puede empeorar las cosas y propagar la infección.
- Busque consejo médico de forma temprana: en caso de duda, consulte siempre a un profesional.
El resultado final
El cáncer de piel puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad, el sexo ni el tono de piel. Si bien algunas manchas pueden ser pecas o marcas de la edad inofensivas, otras pueden indicar el comienzo de algo potencialmente mortal. La buena noticia es que, si se detectan a tiempo, la mayoría de los cánceres de piel son altamente tratables. Manteniéndose alerta, protegiéndose del sol y sabiendo qué buscar, puede reducir significativamente su riesgo.
Tu piel es el órgano más grande de tu cuerpo y su primera línea de defensa. Cuídala, presta atención a sus señales y no ignores los cambios. La diferencia entre una mancha inofensiva y una peligrosa podría depender de la concientización y la acción oportuna.
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