Durante seis meses, dejé que mi prometido y su familia se burlaran de mí en árabe, pensando que solo era una ingenua estadounidense que no entendía nada. ¡No tenían ni idea de que hablaba árabe con fluidez!
Creían que no era más que una ingenua estadounidense enamorada de un hombre encantador de Oriente Medio. Me llamaban “la rubia tonta”, se reían de […]